Paul Edwards compila en este volumen una serie de ensayos de Bertrand Russell sobre religión, y alguno más que considera de gran interés. Al acabar, narra un capítulo importante de la vida Russell, y que fue cuando un sector de la sociedad americana, escandalizada por sus ideas, logró vetarle en su nombramiento como profesor de la Universidad de Nueva York. Aunque en ocasiones la lectura de sus ensayos se hace un poco difícil, no puedo dejar de recomendarlos porque uno descubre en Russell una mente brillante y lúcida, librepensadora, defensora acérrima de la ciencia frente a la religión y las supersticiones. Atacó a la Iglesia y la hizo responsable del atraso social en muchos sentidos y creía que la Ciencia era el único camino para el progeso mundial. También destaca su individualismo, y aunque considera la democracia el sistema más justo, tampoco cree en ella. Russell, poseía una clarividencia y una inteligencia avanzada a su época. Ha sido un placer sumergirme en estas páginas y ver con sus ojos el mundo. Muy recomendable
hace 8 años