Casi toda la narrativa de Willa Cather ha venido marcada por el amor hacia Nebraska y a las formas de vida de los primeros colonos que se asentaron en esos salvajes e inhóspitos territorios. Humildes gentes procedentes mayormente de la vieja Europa, que buscaron con desesperación labrarse un futuro y realizar sus sueños. El fatigoso y extenuante intento por domar esas agrestes tierras bajo el sol ardiente del estío, o el incesante fragor de la cellisca y el ulular de los vientos del invierno; les llevaron a imponerse una férrea disciplina en la que más de uno o una se dejó el pellejo. Una continua lucha de años y años, en los que tirar la toalla suponía mucho más que perder las siembras y los trigales yermos. "Pioneros" es eso: Una estampa bucólica pero también dolorosa de cómo echar poquito a poco raíces. Un hermoso vínculo con lo que nos protege, nos tonifica y nos alimenta comúnmente. Mieses maduras que uno palpa entre las rugosas y encallecidas manos, mientras respiras la fragancia exuberante emanada por los campos. Pausada y sencilla literatura que recrea un tiempo ya pasado, de la que siempre se aprende y se saca algo.
hace 9 años