Una de mis primeras decepciones literarias y probablemente la peor de todas. Su premisa me pareció bastante irreverente y atractiva, pero el desarrollo se encarga de echar todo por tierra con unas situaciones que independientemente de ser absurdas o no, son simple provocación pero carecen de sustancia. El libro se convierte en un pastiche de situaciones dónde abundan las drogas y los vibradores (la escena del concurso es el clímax de lo absurdo por lo absurdo). EN conclusión: poco trabajado, incoherente y de nula capacidad de crítica. A su favor el protagonista, que parece un antropólogo estudiando un grupo de gorilas del medio oeste. Si buscáis crítica a la sociedad americana (y también centrado en el medio oeste) leed a Jonathan Franzen, Las correcciones y Libertad hacen una crítica real de un país que se cree el salvador de la humanidad y que se halla profundamente dividido por sus propias incoherencias. Están mucho más trabajadas, poseen más contenido y son un dechado de erudición moderna.
hace 11 años