Me ha encantado, te hacer reflexionar y ver la vida desde otra perspectiva. Lectura mucho más que recomendable, casi diría que obligatoria.

Maravilloso y entrañable como el viejo profesor. Este libro te hace ver la vida de otra manera y cambiar por completo tu escala de valores.En esta vida aprendemos muchas cosas pero no existen clases para aprender a aceptar la muerte cuando te llega el momento pero el viejo profesor Morrie parece si haberlas recibido.Absolutamente recomendable.

La intención del libro es tocar la fibra y hace pensar sobre las cosas que son realmente importantes en la vida. Pero lo mejor es encontrase en él a un personaje conmovedor, lleno de coraje y sabiduría, del cual el autor supo sacar provecho, ¿moral o económico?. Simplemente la biografía del profesor, hubiese sido mucho más impactante, pero seguramente eso no se habría convertido en un Best Seller.

Bueno, la presencia del viejo Morrie (tan decadente en su silla de ruedas, con un pie en la tumba), es tan... luminosa, tan vitalista, que llega a eclipsar al propio protagonista y narrador de esta historia. Comparto las opiniones de los otros compañeros aquí colgadas; emotivo, cargado de mensaje (mucho y del bueno), y añadiría algo más: triste. Para mi gusto, excesivamente triste. Me tenía por un tío duro, pero las últimas páginas hicieron que se me levantara todo para arriba y los ojos me traicionaran. Aún así, se lo recomendaría a toda la gente.

He completado este libro este fin de semana. Una bella historia que ha mi me ha enseñado el valor del presente y que al final también me ha sacado algunas lágrimas de las que sanan. Muy recomendable para leer con calma y reflexionar sobre algunas de sus enseñanzas.

Una historia muy entrañable, una lección vital que no puede dejar indiferente. Coincido con lo expresado por los otros compañer@s lectores. Al final sino lloré, fue milagro, porque es casi inevitable no sentir simpatia por el "viejo profesor".

Sí, es un libro fácil de leer, pero sólo aparentemente. Se mezcla el racionalismo del pensamiento con el sentimentalismo de una forma muy natural, muy coloquial, entre un hombre y su antiguo profesor a punto de fallecer. Después de leer el libro te das cuenta de lo fantástico que sería que todos pudiéramos pasar todos los martes con un profesor particular que nos hablara de la vida y de cómo lo simple en realidad es lo trascendental. Muy recomendable para aquellos que quieran enriquecerse peronalmente.

Es un libro de lectura sencilla, que hace reflexionar sobre qué es lo verdaderamente importante en la vida y el testimonio de que hay personas como este viejo profesor que, lejos de estancarse, fue capaz de mantener su evolución personal hasta el final y así pudo ser útil a los demás con inteligencia y valentía.Es tierno y entrañable pero no sensiblero.

Un libro precioso, que llega al alma. La historia preciosa de un anciano que al llegar al final de sus días reflexiona sobre la vida, la amistad, el perdón, el matrimonio, la muerte, la vejez... Parece mentira como lecciones como esta nos hace falta a todos...incluidos muchísimas personas de la tercera edad. Tal como dice Morrie, el anciano. La vejez no debe ser solo decadencia, sino crecimiento.