Entretenida, como todas las de la serie, pero con una ambientación con menos glamour; siembra más dudas que nunca sobre la relación entre Bevilacqua y Chamorro, y permite al autor ajustar algunas cuentas con la pandemia. Muy precisa la forma de narrar aquel tiempo tan raro que nos tocó vivir.
Desde Quelibroleo no nos cansamos de repetir que la pareja de picoletos pide a gritos una serie. Si en lugar de producto nacional fueran del FBI, los habríamos sufrido hasta en al sopa, pero se ve que venden más los cuerpos extraños, que los propios. ¡Una lástima!
Tiene todo lo bueno de la serie y un único defecto: algunos personajes hablan y se parecen excesivamente entre sí. Muy recomendable.
JGF (Quelibroleo)