En el libro Tabucchi se dirige como interlocutor a Adriano Sofri, antiguo líder de las organizaciones izquierdistas "Potere Operatio" y luego "Lotta Continua", condenado a 22 años de cárcel, junto a dos compañeros, como presuntos instigadores del asesinato del comisario Calabrese en 1972,. Una sentencia que ha generado considerables polémicas. Al elegir el caso "Sofri" como nudo de una realidad que se pretende formalmente "clara" pero que sustancialmente resulta oscura e inquietante, Tabucchi propone un discurso que es, a la vez, una urgente interrogación y una voz de alarma.