No es un libro fácil, cuesta mucho entrar en él por su estilo narrativo. Lleno de frases largas, subordinadas, en ocasiones hay que releer algún párrafo para no perderse. Requiere una gran concentración por parte del lector. Salta continuamente del pasado al presente y la primera parte es un rompecabezas lleno de piezas sueltas. Hasta el punto de que quise abandonarlo. De la mitad hacia el final, mejora. Quizás es porque te vas aclimatando al estilo, de hecho, en esta mitad he encontrado algún párrafo brillante (aunque otros bastantes pretenciosos) o quizás es que van encajando las piezas del puzzle y todo va cobrando sentido. Creo que la historia es buena pero el modo de ejecutarla peca un poco (y me voy a repetir aquí, porque creo que es la palabra que más se ajusta), de pretencioso y forzado. Me queda un regusto agridulce, pues. Pero sí la recomiendo a los que buscan algo diferente, pues eso lo tiene y además de alguna manera, consigue atraparte en la segunda mitad del libro.
hace 3 semanas