Sobre el género del terror en el medio audiovisual, decía Ibáñez Serrador que el verdadero miedo se causa no tanto por lo que se hace ver al espectador que ocurre como por lo que se le induce pensar que está ocurriendo. En la literatura, Allan Poe y Lovecraft ya se erigieron en su día como maestros del género y autores de culto. En “La casa Julius”, sin embargo, la autora plasma, con forma de novela, lo más parecido a un guión de telefilme norteamericano de los que hasta hace pocos años emitían a la hora de sobremesa las cadenas privadas. Una pareja de recién casados en la que ella recela del pasado de él, se mudan a un caserón maldito desde hace años por haber desaparecido la familia que allí habitaba. Mezclando elementos rosas que llegan a lo empalagoso, con recursos fáciles como el ataque de un hombre encapuchado que aparece en casa cuando la mujer está sola, la novela se convierte en una caricatura de esas películas para televisión que ofrecen lo más tópico de la sociedad americana. Con personajes simples y previsibles, la obra puede resultar de interés sólo para quien valore leer una historia con giros argumentales y una cierta intriga, pero nada más. www.antoniocanogomez.wordpress.com
hace 2 años