Magnífica obra de carácter shakesperiano, vistos sus diálogos, sus personajes, su historia. Rezuma grandilocuencia y majestad, una narración con la ambición de crear una nueva mitología, pero a su vez recreando la lucha del bien y del mal, idealizando magníficamente la bondad del hombre frente a su avaricia y perversión. En medio de todo eso Frodo, encarnando al hombre tentado, toda una alegoría con interpretación cristiana, y el anillo representando toda la fuerza de la debilidad humana cuando el hombre se deja llevar por su instinto. Todo joven debería leerla para disfrutar de sus aventuras... pero aún de adulto se es capaz de sacar mucho más partido, dada su profundidad, a esta obra soberbia. No, no es una novela de fantasía más.
hace 9 años