Se trata de un relato infantil que el autor escribió para consolar a uno de sus hijos, que había perdido un perro de juguete en la playa. Aunque lo concibió en 1925, fue una obra póstuma que no se publicó hasta 1998.
En él narra la historia de Rover, un perrito cuya vida apacible cambia drásticamente el día en que muerde los pantalones de Artaxerxes, un mago que lo convierte en juguete. Entonces, como perro de juguete, caerá en las manos de Dos, un niño (álter ego del segundo hijo de Tolkien) que lo perderá en la playa. Ese será el principio de un sinfín de aventuras que lo llevarán a la luna y al fondo del mar, además de conocer a poderosos magos y a seres fantásticos.
Por lo que he leído, contiene elementos y personajes que posteriormente aparecerían en otras de sus obras, más conocidas. En resumen, un cuento entretenido y rico en vocabulario, que disfrutarán niños y amantes de Tolkien.