Novela difícil de catalogar. Es original, digno sucesor del realismo mágico de los autores colombianos pero con un poso amargo, crudo, lúgubre, casi doloroso. El final no lo entendí, ni falta que hace, es mágico y me basta. Muy recomendable para descansar de las novelas entretenidas pero previsibles.

Relato sobre un secuestro exquisitamente narrado. Buen equilibrio entre pasado y presente. Personajes bien perfilados. Administración justa del suspense. Muy buena ambientación que hace que te adentres en la historia y visualices las escenas como en una película, además todo ello acompañado con la banda sonora de la música que los personajes van escuchando, eso siempre me ha gustado en un libro. Una agradable sorpresa, pues no tiene nada que ver con lo que me esperaba por la sinopsis.

Una prosa poética, por veces casi lírica, bien trabajada en cualquier caso, para una historia irregular, próxima a lo fantástico u onírico, que te deja sensaciones mixtas.

Es una historia poco interesante, en fuerza va de más a menos, la verdad es que es algo lenta para mi gusto y me cansó un poco. El final, sumamente débil, se nota un cansancio en la escritura del autor.

Esperaba más, el principio es interesante y hay una mezcla de fantasía con realidad muy curiosa pero que no deja huella.

XVII Premio Alfaguara. 2014. Ambientada en Medellín. Una pareja vive en un Castillo con su hija Isolda, para quien su casa de muñecas y el bosque es su mundo. Es también la historia desquiciada de un secuestro. Un libro que deja huella.

Es una propuesta interesante, no es su mejor libro, pero sigue siendo un intento atrevido de darle un enfoque diferente a Medellín como escenario. Mezclar un escenario de fantasía con una realidad policiaca funcionó muy bien, aunque le falta fuerza al final.

Admito que me dejó mal sabor de boca, esperaba más y no me sentí identificado con ningún personaje, no son tan creíbles. Llega a ser pesado a pesar de que son momentos de tensión, trata de ser cómico sin lograrlo. Y la trama no me pareció ni extraordinaria ni original, aparte de que la narrativa en tercera persona llega a fastidiar, es decir, me gusta cualquier modo, pero a esta novela le quedaba más la primera persona, la tercera la dejo para tramas más complejas donde requieran narrar detalles ocultos y puntos de vista omniscientes.

Entre la fantasía y la realidad se desarrollan las dos historias que tienen un cierto paralelismo, el encierro de la niña en un mundo de fantasia que provoca el anacronismo de su padre, y el encierro cruel y brutal de su padre en el mundo real. Dentro y fuera, las historias de los que están encerrados y de los carceleros con la que construye una buena novela, "...de tensión y ritmo crecientes, con algunos personajes redondos y una lograda síntesis de narratividad, diálogos ágiles en su espontaneidad y fluidez, más la riqueza simbólica..."(Ángel Basanta, crítico literario)