fantástico relato de Lem, quizás en un tono menor que Solaris, por la poética que llega a tener aquel pero igualmente fascinante en el postulado de exploración de planeta desconocido que tiene una forma de “vida” no humana que deja al hombre descolocado. Se lee fácil y rápido y el relato al principio tiene toda la intriga de una novela de misterio por la búsqueda de vida y las elucubraciones de los expertos sobre qué tipo de vida domina Regis III. A pesar de que en ocasiones pueda parecer demasiada descripción técnica de la “vida” del planeta y de la propia maquinaria que transporta la nave humana, a mí no se me hizo nada pesado porque estás devorando páginas para saber qué demonios domina ese planeta y que ha pasado con la anterior nave que llegó allí y desapareció misteriosamente. Por ponerle una pega, quizás el último episodio sí que le sobre alguna página, se hace demasiado largo. Aparece como en Solaris la crítica al hombre por su ambición y vanidad en conocer y lo que es peor, dominar todo lo que le rodea aunque se escape a su comprensión.
hace 5 años