Como ya hiciera en otras de sus novelas, Eduardo Halfon vuelve a recurrir a la mezcla de realidad y ficción para alumbrar una autoficción en la que sus mestizos orígenes familiares dan mucho juego. En este relato largo (no llega a la categoría de novela), el protagonista, un trasunto de Halfon, acude a la antigua casa de sus abuelos y busca hablar con los vecinos que los conocieron para reconstruir una historia familiar silenciada de la que recuerda haber oído hablar de niño. Intercalándose, la historia de algunas personas de su familia contemplada desde la óptica del niño que fue y narrada por él. De esa manera, el autor exprime el filón del contraste entre los recuerdos que de adultos arrastramos de nuestra niñez y los hechos que realmente ocurrieron. Así, lo onírico se mezcla con lo real con un colofón en que el protagonista acude a una hechicera para que lo sumerja en una especie de hipnosis para aclarar esos recuerdos y, de esa manera, “Duelo” tenga ribetes de realismo mágico. Lectura susceptible de hacerse de un tirón, amena, breve y bien conseguida pese a lo arriesgado de mezclar esos géneros. www.antoniocanogomez.wordpress.com
hace 1 mes