Todo un descubrimiento este breve libro de relatos. En las solapas, tanto de la portada como de la contraportada, Santiago Serrano Martínez-Risco nos brinda una pequeña biografía de sí mismo, y ya en esas palabras se aprecia que estamos ante un autor de ironía afilada, sarcasmo inteligente y un dominio exquisito del lenguaje.
El libro está dividido en dos partes. La primera, dedicada a las crónicas y contra crónicas, se titula Churras. En ella, el autor nos transporta al tiempo de la pandemia de la covid-19 (de ahí el calificativo de “tiempo enojoso”) con una pluma elegante y mordaz. Relata la incertidumbre y la desesperanza que nos envolvieron durante el confinamiento, ese extraño período en el que pasamos de valorar las pequeñas cosas cotidianas —como el simple placer de desayunar sentados por primera vez en años— a sentir el peso de la soledad y el miedo. A través de frases cuidadosamente hiladas, va tejiendo una crítica sutil pero contundente sobre nuestro comportamiento en esos días y la amarga constatación de que tanto sufrimiento no ha servido para regenerar ni transformar nada.
La segunda parte, Quince bises conciliadores fuera de carta, se agrupa bajo el título Merinas (de ahí el subtítulo del libro, O cómo mezclar churras con merinas). Aquí el autor nos ofrece quince relatos que califica como conciliadores, aunque yo me atrevería a rebautizarlos como "denunciadores". Con un estilo más poético y un tono profundamente reflexivo, emplea simbolismos elegantes y, en ocasiones, hilarantes para cuestionar el rumbo de nuestra sociedad. ¿Dónde han quedado el pensamiento crítico, la sensatez o la equidad? La absurdez del mundo moderno y nuestras propias contradicciones desfilan por estas páginas, siempre bajo la mirada irónica y sagaz del autor.
Una lectura ingeniosa, mordaz y sorprendente. Me ha gustado mucho y la recomiendo sin dudar. (Inma Muñoz, 10 de febrero de 2025)
hace 1 semana