La fabulación es tan antigua como la humanidad, y su práctica, inherente a nuestra naturaleza, merece ser valorada. Pierre Bayard, conocido internacionalmente por su ensayo "Cómo hablar de los libros que no se han leído", nos advierte, apoyándose en maravillosos ejemplos (protagonizados por figuras como Hannah Arendt, Orson Welles o John Steinbeck), de los peligros de nuestra búsqueda obsesiva de la objetividad y la veracidad. Apelando a un lector crítico, defiende que, aunque está muy bien preocuparse por las informaciones falsas, es un error considerar el resto de las informaciones como "verdaderas" y como actos de fe en lugar de hipótesis e interpretaciones.