Novela que te acerca al genial Heródoto contado por un periodista el cual a la vez narra sus propias vivencias. La química y el respeto que muestra por el griego es plausible a lo largo de todo el libro.
hace 1 añoEn la década de los cincuenta, mientras recorre Polonia, un Kapuscinski aprendiz de reportero vive obsesionado con cruzar la frontera. No logra ir a Checoeslovaquia pero, a cambio, la redacción del diario en el que trabaja lo envía a la India. El corresponsal parte con un libro, la Historia de Heródoto. Escrito desde la perspectiva de medio siglo, Viajes con Heródoto se revela como un libro de difícil clasificación. ¿Es un reportaje? A ratos. ¿Un estudio etnográfico-antropológico? En parte sí. ¿Un libro de viajes? También lo es. ¿Un homenaje al Heródoto protorreportero y a la calidad de su prosa? Desde luego. Y todo esto, plasmado en magníficas historias no ficticias en las que los soldados de Salamina conviven con un niño sin zapatos en la Varsovia de 1942, Jerjes con Dostoievski, Creso con Louis Armstrong.
Novela que te acerca al genial Heródoto contado por un periodista el cual a la vez narra sus propias vivencias. La química y el respeto que muestra por el griego es plausible a lo largo de todo el libro.
hace 1 añoRecomendable para todos los públicos
hace 2 añosMagistral. Una mirada inteligente y profunda de las culturas africanas. Con un estilo claro y sólo aparentemente sencillo, Kapuscinski es un genio combinando periodismo y narrativa, realidad y subjetividad, presente y pasado, Occidente y África...
hace 9 añosEntretenido y didáctico. Me gusta el estilo de Kapuscinski, cómo piensa y su forma de ver las situaciones. Hace bastante que lo leí y tengo ganas de volver a leerlo. Recomendable 100%.
hace 11 añosNo sé si es un libro de reportajes, de vivencias personales, de historia o de todo mezclado, en cualquier caso he pasado unos momentos excelentes leyéndolo. Me ha encantado y, como siempre al leer, he aprendido mucho
hace 15 añosNos dice este célebre periodista polaco que las Historias del autor griego le sirvieron para desconectar de su trabajo cotidiano como corresponsal en países del Tercer Mundo. Se hace más difícil entender, empero, que al cabo de los años siga apareciendo al rememorar sus experiencias. Quizá es que dicho ya en sus otros libros lo que tenía que decir, no le quedaba más que homenajear a quien le ha acompañado durante tanto tiempo. El empeño era en cualquier caso muy ambicioso, y temo que a kapuscinski le haya salido un libro correcto, pero sin el pulso de las grandes obras.
hace 16 años