AVISO: esta reseña contiene SPOILERS de las anteriores entregas de la saga. Tras el final del libro anterior tenía bastante miedo de saber cómo abordaría la autora este libro. Reconozco que Beth me ha gustado más, es más segura y está más centrada, mientras que Chris sigue en sus trece muy perdido. Chris y yo nunca hemos conectado y esta vez me parece que ha sido tremendamente inmaduro y orgulloso. Se dejó arrastrar en el libro anterior por sus miedos y ahora se queda a medio gas, esperando a que la vida lo deje cicatrizar. Siempre seré team Ben, aunque me da pena que su historia quedase algo descafeinada y tan de lado, no me hubieran importado más capítulos suyos. De los secundarios la trama que más me ha gustado ha sido la de Sam, coherente y con reflexiones para aplicar en la vida actual sobre si el amor es solo cosa de 2. Y aunque la de Oscar era la guinda para cerrar tramas me ha parecido calzada un poco por rematar el círculo y ya. Es un final decente para aquellas personas a las que encantar el primer libro, porque puedes entender las dudas de Beth pero también las ganas. Para quienes queríamos otro final solo es una forma de asegurar el cierre. Colibrí
hace 1 mes