En el cuadragésimo primer milenio, existen legiones de enemigos de la humanidad absolutamente letales. Mientras los guerreros del Imperio combaten con potencia de fuego, la Santa Inquisición caza entre las sombras a los oponentes más terribles: a los psíquicos descontrolados, a los xenos y a los demonios. El inquisidor Eisenhorn debe derrotar a las fuerzas que desean destruirlo o enfrentarse a las iras de Ordo Malleus.