Michael Connelly nos presenta La espera, la sexta novela policíaca protagonizada por Renee Ballard. En esta novela nos adentramos en el mundo de los crímenes sin resolver y los obstáculos en la justicia.

La trama inicia cuando a la detective Renee le roban la placa y su identificación mientras surfea y toma la decisión de no informar a sus súper para evitar ser relegada a puestos inferiores en su trabajo. Determinada a investigar por su cuenta con la inestimable ayuda de Harry Bosch, antiguo agente del FBI, no tarda en descubrir que las personas que se llevaron su placa no son simples ladrones y lo que están planificando es algo mucho más grave, que acabará poniendo en peligro sus vidas.

En la Unidad de Casos Abiertos, dirigida por Renee, trabajan varios voluntarios que reabren casos de delitos sin resolver que acontecieron hace décadas y cuyo culpable podría seguir con vida. Gracias a la nueva tecnología forense tienen más posibilidades de identificar a sospechosos que quedaron impunes. En esta unidad, Colleen, experta en genealogía genética, descubre una coincidencia de ADN inesperada después de ser arrestado un hombre. El descubrimiento llevará al equipo de casos abiertos a enfrentarse a personas con poder que obstaculizan continuar con la investigación y resolver el caso.

La unidad reabre un caso de violaciones que culminaron con un asesinato que ocurrió en Los Ángeles en la década de los años cuarenta. Con tres nuevos casos en marcha que resultan peligrosos y les llevarán al lado más oscuro del ser humano y sin que sus superiores conozcan todo lo que están investigando, Renee y sus compañeros se sumergen en una espiral de secretos, traiciones, peligros y lucha por la supervivencia enfrentándose a redes de poder y arriesgando su vida para salvar la de otras personas y para poder hacer justicia a las familias que sufrieron la pérdida de seres queridos sin obtener respuestas ni saber quién fue el culpable y además poder dar un cierre a los casos que se dieron por perdidos. Pero ¿Hay infiltrados en la unidad? ¿Por qué parece que una voluntaria siempre está escuchando conversaciones confidenciales y cuáles son las verdaderas intenciones? ¿Quién está entrando en el ordenador de Renee y qué busca? ¿En quién podrá confiar?

En esta novela de suspense y tensión creciente el autor nos muestra las dificultades en las relaciones entre policías y fiscales y las complicaciones para derivar algunos casos a los tribunales cuando no hay pruebas más allá de toda duda razonable o cuando hay intereses personales para que no se investigue. Los obstáculos legales serán un tema recurrente y crucial en el libro. Con muchos giros inesperados que dan emoción a la novela, nuevos secretos que van saliendo a la luz y cada vez más sospechosos en los tres casos abiertos en la unidad que suscitan curiosidad e interés en el lector, nos adentramos en una historia trepidante repleta de suspense, emoción, intriga y peligros que acechan hasta en los lugares más inesperados.

La lucha por la supervivencia y por hacer justicia, las redes peligrosas con influencia, dinero y poder mantienen una tensión que aumenta en cada capítulo y te mantiene atrapado en la lectura sin poder dejar de leer hasta el final para saber cómo se resuelve todo. La trama se vuelve cada vez más compleja e intrigante hasta el punto de tener múltiples líneas argumentales al mismo tiempo que terminan muy bien hiladas y resueltas. Está escrita con un lenguaje claro, directo y asequible, sin entrar en complicados tecnicismos ni en detalles extensos cuando trata temas de investigación, lo que permite una lectura fluida y te facilita sumergirte en las tramas hasta sentir que formas parte de la historia.

Los personajes están muy bien desarrollados. La novela destaca el fuerte sentimiento de justicia, lealtad y moralidad en los protagonistas Renee Ballard y Harry Bosch.

En conclusión, me ha parecido una novela negra perfecta, repleta de suspense e intriga, secretos, traiciones, obstáculos legales y redes de poder, que nos llevan a plantearnos preguntas sobre el buen y el mal y la naturaleza humana y los límites de la ley y la justicia con una tensión creciente y un ritmo trepidante. Los múltiples giros inesperados, nuevos datos y sospechosos de forma continua mantienen el interés en el lector atrapando los entre sus páginas hasta el final. Un libro con tramas originales e interesantes y con guiños a casos que realmente sucedieron en EEUU. Diálogos y lenguaje sencillo e inteligente que me han facilitado la lectura y me han hecho disfrutar de las investigaciones. Aportaciones sobre conocimientos científicos, policiales, balísticos, genéticos explicados de forma sencilla y agradable. Un ambiente oscuro muy bien descrito con una atmósfera de misterio y tensión y unos personajes muy bien definidos y diferenciados. Los dos protagonistas, Renee y Harry, son entrañables e inolvidables, que admiras y que dejan con ganas de saber más de ellos y conocer nuevas historias protagonizados por ellos. (Noemí Hernández, 31 de enero de 2025)