Con humor y agudeza, Quevedo nos habla del tercer ojo, y sin caer en el mal gusto. Algunas de las desgracias, no las he entendido. Me imagino que hoy en día no se podría escribir este homenaje al ojo del culo, sería totalmente politicosocialmente incorrecto. Por eso me ha gustado y me ha hecho reír.
hace 4 días
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