Gaerth McLeod, el hijo del laird del clan de mismo nombre, decide hacer uso de la magia y convoca a un guerrero vanior para que viaje en el tiempo y les ayude a ganar la inminente batalla que tendrá lugar contra el clan vecino. Cuál es su sorpresa cuando el guerrero que aparece ante él resulta ser una bella y pelirroja mujer: Bridgit Woods, una joven del siglo XXI que a pesar de sus poderes, vive una vida de los más corriente sin hacer uso de ellos y que a pesar de la atracción que siente por Gaerth, se niega a participar en esa guerra. La ambientación de este libro es perfecta: la autora ha sabido recrear a la perfección los dos escenarios principales donde se desarrolla la trama, tanto en el siglo XXI como la vida en las Highlands, varios siglos antes. Los protagonistas brillan por sí solos: Bridgit, por la fortaleza y valentía con la que afronta su terrible pasado y el viaje en el tiempo en el que se ve inmersa y Gaerth, como buen guerrero highlander, por su marcado, rudo y autoritario carácter pero capaz de derretir a Bridgit - y a las lectoras - con sus muestras de amor. Si bien es cierto que he echado en falta más escenas de acción (la guerra entre clanes prometía más de lo que al final ofrece), creo que la novela tiene una trama muy original, bien elaborada y que engancha desde el primer momento. Las tórridas escenas de amor entre Bridgit y Gaerth están descritas con mucho gusto y exquisitez por parte de la autora quien, además, nos regala los romances de muchos de los personajes secundarios aunque personalmente, uno de ellos lo he visto algo "forzado" si tenemos en cuenta la época en la que transcurre la historia. El hecho de que Hugh, hermanastro de Gaerth (uno de los personajes que más me ha gustado) no la haya tenido su propia historia de amor, me da alas para pensar que la escritora nos anuncie que tendrá su propia novela en un futuro....
hace 7 años