EL CEMENTERIO DE PRAGA ECO, UMBERTO

Portada de EL CEMENTERIO DE PRAGA
Nota media 5,80 Regular 113 votos 23 críticas
  • Género Narrativa
  • Editorial LUMEN
  • Año de edición 2010
  • ISBN 9788426418685
  • Idioma Español

Resumen

Treinta años después de El nombre de la rosa, llega El cementerio de Praga, una novela que nos cuenta el origen de muchas estafas y algunos estafadores que aún hoy están aquí, entre nosotros… Estamos en marzo de 1897, en París, espiando desde las primeras páginas del libro a un hombre de sesenta y siete años que escribe sentado en una mesa, en una habitación adornada con extravagancia: conocemos así al capitán Simonini, una piamontés afincado en París que desde joven se dedica al noble oficio de falsificar documentos. Por razones que luego se verán, el hombre no recuerda bien quién es y, siguiendo los consejos de un tal doctor Freud, con quien solía compartir cenas en un restaurante de la ciudad hace ahora diez años, decide poner por escrito su vida. Empezamos por los recuerdos del abuelo, que lo crió. Ese era un hombre chapado a la antigua y fiel a la tradición monárquica, todo lo contrario que su hijo, un revolucionario que murió defendiendo causas de poca monta. La obsesión del abuelo eran los judíos, según él la fuente de todos los males. Nuestro Simonini crece y empieza su carrera profesional de pasante de un notario amante de los negocios poco limpios. El joven pronto aprende y se entrena en su tarea de falsario, quedándose al final con el negocio del notario. Mientras tanto en Italia desfila Garibaldi, el héroe por excelencia, que recorre la bota italiana para liberar al país de los Borbones. Eso en apariencia…el olfato de Simonini le convierte muy pronto en espía y contraespía del gobierno italiano, y así aprendemos que Garibaldi y los suyos están al servicio de la masonería y del poder establecido. Obligado a dejar Italia por ser hombre “que sabe demasiado” el capitán se instala en París, y muy pronto el poder francés recurre a sus servicios para que falsifique todo tipo de documentos y para que espíe las actividades de los prusianos, pero también de ciertos personajes influyentes de la política del país. Lo ayuda en esta tarea el Abate Della Piccola, personaje ambiguo, clérigo extravagante y “alter ego” de Simonini.

23 Críticas de los lectores

5

Llegué a este autor después de El Nombre de la Rosa, pero sobre todo por el título del libro. ¡Pero qué desilusión me llevé! Estoy a un tercio de terminar su lectura y mi desagrado es total. Creo que el famoso cementerio, el real, se merecía algo más. Siendo un sitio histórico impresionante en pleno centro de Praga, ameritaba otro trato. Absolutamente desilusionante y tedioso.

hace 1 año
10

El primer libro que leí de Ecco fue “El Péndulo de Foucault”, que me pareció maravilloso, a partir de allí leí varios que no me alcanzaron a saciar como El Péndulo, incluido el “Nombre de la Rosa”, hasta que leí “Número Cero”, que no me gustó nada y pensé que este sería el último libro de Ecco que leería. Pues por casualidad y sin mayores referencias que la lectura de la contratapa, decidí reincidir después de muchos años y compré el “Cementerio de Praga”…me pareció extraordinario, incluso me gustó más que El Péndulo. En primer lugar hay que advertir, que para leerlo hay que tener nociones de historia europea de mediados del siglo XIX y su importancia en el desarrollo histórico de la primera mitad del siglo XX. Si bien es una novela, relata hechos históricos precisos y lo que por momento parecen locuras y exageraciones del autor, son hechos (o invenciones pero no de Ecco), que verdaderamente sucedieron y que marcaron el pensamiento europeo de la época. En segundo lugar, Ecco presenta la historia narrada por tres relatores. Puede parecer complicado, pero Ecco lo maneja con tal maestría que el relato fluye sin baches, a pesar de estar jugando constantemente con la ubicación temporal entre el momento actual de los relatores y el hecho histórico que están contando. Coincido con Nuria, que en su crítica dice que al libro hay que leerlo rápido. Hay que leerlo de corrido, sin intentar retener todos los detalles y todos los personajes que cita el autor, de este modo, la historia fluye y queda claro muy pronto en el relato hacia donde tiende toda la trama, repito, si se tiene conocimiento de la historia europea de fines del siglo XIX y en especial de la relación de la sociedad con los judíos.

hace 4 años
8

A Umberto Eco le envidio varias cualidades que lo distinguen. Destaco tres: primero, su privilegiado cerebro, que el permitió analizar con gran profundidad la realidad de sus -nuestros- tiempos, produciendo luminosos ensayos que calaron hondamente en la opinión pública; segundo: su talento como novelista, que le posibilitó publicar obras de la magnitud de “En nombre de La Rosa”, llamada a convertirse, con el paso del tiempo, en un clásico universal de la literatura: y tercero: su maravillosa biblioteca. Vaya pedazo de biblioteca que logró conjuntar el pensador italiano. La pueden conocer en YouTube. Participando en un Foro sobre el tema del posmodernismo literario, me topé con un ensayo del Maestro Eco sobre el tema, y cómo casi siempre sucede, una lectura me llevó a recordar que tenía pendiente desde hace muchos años otra: “El cementerio de Praga”, actividad que además, contribuiría a palomear el punto 13 del Retópata20, al que le agradezco el impulso que me aporta para leer obras que tenía olvidadas. De entrada permítanme comentarles que “El cementerio de Praga” es una novela histórica, irreverente, provocadora, polémica, entretenida, del tipo folletín siglo XIX, que abarca la segunda mitad de ese siglo, y que trata sobre una y mil conspiraciones producidas por el protagonista: el repugnante abogado, notario, soldado, falsificador, racista, misógino y tragón, Simone Simonini, un verdadero demonio en el arte de inspirar, inventar, maquinar y reciclar conjuras, complots, conchabanzas, enredando en ellas a franceses, alemanes, rusos, italianos, moros y cristianos, judíos y jesuitas, masones y católicos, a quién se deje. Y es tan bueno en su tarea, que hasta cobra por ello. Turín, Palermo, Paris, Praga, Munich, pasan por nuestros ojos, junto con personajes históricos como Garibaldi, Napoleón III, Pío IX, Leon XIII, Alejandro Dumas, Victor Hugo. Las camisas rojas, el Segundo Imperio, la Tercera República, el famoso caso Dreyfus, mezclados con los masones, los judíos, los burgueses, los proletarios, los héroes y los traidores, todos complotando, conjurando en la eterna lucha por el poder. Novela polémica, generó la protesta de la iglesia católica y de la comunidad judía, que vieron en ella, sin que una cuidadosa lectura lo justifique, una postura ambigua ante el antisemitismo, pues aunque Simonini es claramente antisemitista, y en ella se plantea un supuesto complot judío-masónico, el narrador nunca toma partido por esas actitudes claramente racistas. Y es que siendo justos, Simonini no tiene límites cuando se refiere a los judíos: “apestan, son peligrosos y subversivos, anarquistas, comunistas, los chupasangre de los desvalidos”; pero a los alemanes, los considera “lo más bajo de la humanidad”; a los italianos “arteros y taimados”; a los jesuitas, “masones vestidos de mujer”; a los franceses, “asesinos por aburrición”, así que el señor reparte parejo, para todos tiene. Fue una delicia advertir las ocurrencias de Simonini para darle gusto a sus clientes. Vaya creatividad para inventar soluciones a los conflictos que le plantean representantes gubernamentales de diversos órdenes, nacionalidades, ideologías y religiones. No le pone pero a ninguno, siempre y cuando se pongan de acuerdo en los emolumentos a devengar. Un consejo antes de finalizar: no se desesperen por la narrativa elegida por Eco. ”El cementerio de Praga” no es de lectura fácil. Existe un narrador que es una especie de alter ego de Simonini, y se comunican entre sí a través de un diario; también le entra a relatar, comentar y resumir la historia un tercer narrador. Si al principio se concentran en descifrar -y lo lograran- el recurso que utiliza el autor para contarnos la novela, avanzaran sin problemas (y sí no, existe al final una tabla que ayuda a la mejor comprensión) y disfrutaran a tope la historia novelada de la Europa de la segunda mitad del siglo XIX, y cuando lleguen a la solución final, descubrirán sin duda alguna, que nada es verdad, nada es mentira, todo es según quién le cuente la vida.

hace 4 años
7

Cierto que es más pesado de leer que otros suyos, pero es que Eco siempre fue un autor exigente con sus lectores, no en vano nos expone aquí las consecuencias de ir por la vida como borregos, tragándonos lo primero que cuenta cualquiera y dejándonos engañar por no querer usar nuestra propia razón.

hace 5 años
1

Historia lenta, confusa, densa, pesada se me hizo imposible llegar al final.

hace 5 años
5

Si hubiese cortado a la mitad... Eco demuestra un indudable dominio de la técnica, un estilo florido y una capacidad indudable para relacionar Historia y relato. Pero el esquema de la novela condena al lector al tedio. Lo que podría haber sido una narración fascinante de poder y espionaje, se queda en una relación bastante pesada de aventuras, resueltas siempre con demasiada facilidad, protagonizadas por un personaje que resulta el único definido con cierto profundidad. En resumen: frustrante.

hace 7 años
6

El cementerio de Praga es el primer libro que incursiono en la literatura de Umberto Eco, no obstante me encontré con varias sorpresas. Es un libro un tanto difícil de seguir por la forma en la que nos narra la historia que da la sensación de leer de repente un libro de Historia en vez de una novela ambientada en el París de 1897. No obstante tiene más cosas buenas que malas, pero pudo haber sido el Cementerio de Praga un mejor libro si los datos históricos fueran más novelizados como en Las Hijas de España de Jean Plaidy, que son relatadas en prosa haciendo un ambiente ameno y dentro de la historia. Es de advertir que Umberto Eco es literatura un tanto complicada por el vocabulario tan amplio que tiene. Simple y sencillamente he leído mejores libros de novela histórica, éste solamente me hizo pasar el tiempo, aclaro, no lo desaproveché, aprendí cosas, pero faltó pulir varios capítulos que en realidad tiene más historia que novela.

hace 8 años
10

No soy imparcial con Umberto Eco, me gusta absolutamente todo lo que hace, aunque es cierto que algunas obras son más difíciles de leer que otras. Ésta obra en concreto me parece una obra maestra por su intrincada forma. Sólo ciertos autores escogidos son capaces de escribir así. También apuntar que es un libro para leer rápido, sin dejar mucho tiempo entre capítulo y capítulo, porque de ser así se hará muy difícil seguir la historia. Como último apunte, recomendar tras la lectura del Cementerio de Praga, La Conspiración de Will Eisner. Es una novela gráfica que cuenta la historia de los Protocolos de los Sabios de Sión y prologada precisamente por el propio Umberto Eco.

hace 8 años
5

Un argumento muy bueno!!!!!. Cuando lo acabe quede desolada. Es fácil pensar que la realidad humana es como en el libro. Lo difícil del libro es leerlo, ser capaz de acabarlo. El autor no ha conseguido hacerlo ameno.

hace 9 años
8

Libro muy interesante, tardé en leerlo por lo complicada que es la trama, pero vale la pena

hace 9 años
5

Nada, pero que nada que ver con "El nombre de la Rosa". Me lo terminé porque suelo acabar todos los libros que empiezo, no por otra cosa. Muy decepcionante y aburrido.

hace 10 años
9

Hacía muchos años que no leía nada de Umberto Eco, y confieso que después de leer una mayoría de críticas y reseñas negativas, me costó decidirme a empezar este libro. Realmente mereció la pena, siento no coincidir con la mayoría, pero me ha gustado mucho este libro. Sí, es cierto, la narración es enrevesada, hay cosas realmente pesadas de leer, las interminables descripciones gastronómicas, por ejemplo. Pero la prosa de Eco es realmente potente, un auténtico derroche de energía, de ambientación y de documentación que demuestra el porqué de su prestigio. La historia comienza en 1897 y reconstruye los últimos 50 años del siglo XIX tanto en Francia como en Italia, y el hilo conductor, la forma narrativa del libro, es realmente curiosa y original. El personaje principal, anciano aquejado de amnesia y desdoblamiento de personalidad, escribe un diario con la intención de poner en orden sus pensamientos e intentar recordar los elementos de su vida. En el diario escribe alternativamente con sus dos personalidades y para colmo, está la figura del “narrador” que intenta poner orden en los recuerdos desordenados cronológicamente de los “dos” protagonistas. Reconozco que no es fácil seguir el libro, no es un best seller de verano para leer en la playa, pero en mi caso, puedo decir que el esfuerzo me ha valido la pena. Eco juega con los hechos acaecidos en el XIX, todos reales, aunque cueste muchísimo creerlo, para indicarle al lector una pista de lo que está ocurriendo hoy en día. Es desesperanzador ver cómo nada ha cambiado gran cosa, que la manipulación por parte del poder de la información y la provocación sigue gobernando nuestra vida, cómo siempre habrá gente que se preste, sin ningún tipo de escrúpulo, a este juego, aportando su granito de arena a que el “statu quo” se mantenga indefinidamente y como la corrupción, la ambición y la falta de escrúpulos morales de las personas, que en cada momento detentan o participan del poder, es capaz de provocar matanzas, pobreza y el sometimiento de grandes grupos de población. También nos muestra cómo se sentaron las bases de una de las peores tragedias del siglo XX, el nazismo, el nacionalismo y los genocidios raciales que se vivieron durante el siglo XX y que, no nos engañemos, continúan y continuarán durante este siglo. Desde el punto de vista narrativo ha causado una gran polémica el protagonista de esta historia, despreciable, sin escrúpulos, obseso antisemita, que nos hace partícipes el leer su vida de los hechos que protagoniza. Eso nos crea malestar, porque aunque no quieras te identificas con él en ciertos momentos, es una persona que lucha por su vida, que busca su sustento que lucha por lo que quiere, aunque sea repugnante, quizás sea ese el efecto que buscaba el autor, crearnos ese malestar, señal de que aún tenemos algo de humanidad. Es la clásica demagogia de la humanidad del monstruo, recuerdo una polémica parecida con una película sobre los últimos días de Hitler, donde se acusaba de humanizar al diablo, el problema es que no queremos ver que realmente el diablo es humano, que todos llevamos una parte de diablo dentro, sobre todo cuando nos refugiamos en la masa o cuando tememos por nuestra vida, física o material. Un asesino de masas también es capaz de amar y cuidar de alguien, y automáticamente eso lo asociamos a un rasgo positivo, y nos negamos a otorgarle rasgos positivos a un asesino. Quizás lo que hay que cambiar es esa apreciación, la capacidad de amar, como la de matar, está presente en nuestra naturaleza, en todos nosotros, el ser capaz de amar no es una rasgo positivo en sí mismo, todos lo tenemos, lo que nos diferencia es la utilización y las consecuencias de estas propiedades del ser humano. En resumen, lectura densa pero interesante, lección de historia y también análisis moral de nuestra naturaleza, es un libro que te hace pensar y reflexionar.

hace 12 años
3

Nota para próximas lecturas: si te ha decepcionado el gran éxito de un escritor, entiéndase El nombre de la rosa, raro sería que te gustase otro libro que prácticamente no le ha gustado a nadie. No he terminado de leerlo, aunque pienso hacelo, pero considero que no me hace falta leer más para asignarle mi nota (ojalá me equivoque). Se me está haciendo eterno, me cuesta seguir el hilo de los acontecimientos y en ningún momento me ha enganchado. (no me he equivocado...)

hace 12 años
8

Muy disfrutable trabajo de Eco colmado de intrigas y engaños sumados a un personaje original e inescrupuloso dedicado a la falsificación de todo tipo de documentos. No faltan tampoco personajes históricos, conspiraciones y sociedades secretas. El texto presenta interesantes variaciones en su tipografía reflejando el narrador de turno, así como también una serie de ilustraciones que reflejan los sucesos narrados, muchas de las cuales pertenecen al archivo iconográfico del autor.

hace 12 años
6

A mí me han aburrido las disquisiciones satanistas, pero el resto del libro me ha gustado.

hace 12 años
8

Pues, a riesgo de llevarle la contraria a todo el mundo, a mí el libro me ha gustado mucho, me ha parecido muy entretenido, divertido e interesante. Es decir que es difícil de leer, puede resultar incluso farragoso en ocasiones, debido a la acumulación de referencias y personajes históricos, pero si los conoces más o menos bien pueden entrar fácilmente en la historia. El personaje ( ¿o personajes? ) protagonista es de los más interesantes que he leído últimamente, y su total amoralidad lo hace un protagonista realmente atípico para un libro. Y el modo en que, poco a poco, ha ido construyendo toda la intriga, relacionando todos y cada uno de los datos históricos, hasta llegar al sublime final, es impagable. Quizás el problema es que el listón estaba muy alto con "El nombre de la rosa" y es difícil de superar, pero en realidad el estilo y los numerosos acontecimientos históricos también llenaban el otro libro.

hace 12 años
2

Tenía mucho interés en leer este libro, pero me decepcionó tremendamente. Tuve que hacer grandes esfuerzos para acabarlo porque me pereció aburridísimo. Nada que ver con la tremenda novela "El nombre de la rosa"

hace 13 años
4

Pues me costó mucho terminarlo, solo hay algunas páginas interesantes. Muy decepcionante el regreso de Umberto Eco, no lo recomiendo.

hace 13 años
4

Interesante por las referencias históricas. Fragmentos de la historia de la estupidez en el S XIX. De cómo unos embaucadores sin escrúpulos se aprovechan de los prejuicios de personas en teoría inteligentes y educadas.

Como novela... lo dicho por los demás: un tocho.

hace 13 años

No pude segir de la pagina 90 un toston

hace 13 años