En este libro la autora se sumerge de lleno en los mecanismos que ponen en marcha al alumno y al profesional para dedicarse con ilusión, energía y constancia al estudio de su instrumento. El entrenamiento necesario para lograr ser un músico de éxito requiere de la conjunción de muchas aptitudes: no sólo artísticas, sino también personales, a menudo englobadas dentro de la inteligencia emocional. Los profesores juegan un papel fundamental en potenciar todo ello, pero no más importante que el papel que los propios padres pueden ejercer sobre sus hijos. Incluso la sociedad y las administraciones tienen un poder determinante en todo este asunto. Son muchos los obstáculos que se tienen hoy día para involucrarse en un aprendizaje que requiere muchas horas y muchos años: son pocos los que consiguen llegar a la meta. Cuantos más motivos se tengan, mayor será la energía. El profesor necesitará tener una motivación adecuada y una caja de herramientas que le permitan hacer frente a los múltiples casos que tendrá en cada clase. Cada alumno es un mundo y cada uno necesitará un enfoque personal y diferente. Los diversos estudios realizados hasta ahora en el ámbito de la psicología de la música nos acompañarán en este viaje, arrojando luces y ayudándonos a caminar con más alegría a la vez que con más eficacia.Los resultados no se harán esperar: niños más apasionados con su instrumento, jóvenes más involucrados con su estudio, mejores resultados, mejores relaciones, mejores personas.