Es el primer libro que recuerdo en mi biblioteca. Lo hallé por casualidad haciendo limpieza general en casa, en uno de los altillos que desvalijábamos. Corría el año 1991, tenía siete años, y a día de hoy recuerdo con nostalgia y admiración uno de ellos "No te quiero sino porque te quiero", lo recité tanto que a día de hoy lo tengo aun grabado a fuego en mi memoria y en mi corazón. Es imprescindible para mí y lo llevo siempre conmigo. Reconozco que es difícil de leer, a veces incomprensible, sin contar con las veces que Neruda, en su excelente verborrea, compara a la mujer con toda la naturaleza, especialmente con el trigo. No lo recomiendo a aquellos que no busquen una lectura profunda y extensa.
hace 8 años