Libro muy intenso, desde el ambiente a la historia y, especialmente, los personajes. Podemos ver a ese padre e hijo enfrentados, las dos caras de la misma moneda, ambos valientes y temerarios, pero muy diferentes en su modo de hacer frente a las situaciones. Mientras que don Juan no se detiene ante nada cuando desea algo, Cara de Plata es capaz de respetar los deseos de Sabelita y de refrenar ssus impulsos de enfrentarse violentamente a su violento padre, desmarcándose así no sólo de sus despreciables hermanos, sino también de ese padre que no se detiene ante nada para satisfacer sus deseos. Entre ambos, la pobre Sabelita, víctima propiciatoria de su propio sacrificio, inmolada en el altar de la lujuria para satisfacer el deseo de don Juan y su afán de enfrentarse al Abad.
hace 14 años