Llevaba años queriendo leer a Hobb y la mujer no ha defraudado. Desde el primer momento te hace sumergirte en el universo medieval que crea, lleno de descripciones precisas de lugares, olores e incluso sabores. La narración es pausada, tomándose su tiempo para que conozcamos al protagonista y a quienes le rodeando, mostrando los entresijos de la Corte y lo que implica tener alianzas y enfrentamientos con las diferentes facciones. Traspie es un protagonista del que te encariñas con facilidad ya que lo conocemos desde pequeño y lo acompañamos conforme crece. No es un personaje perfecto sino que comete errores, crece y se arrepiente de sus decisiones. Otro personaje que destacaría es Artimañas, que puede llegar a parecer cruel en algunos momentos pero es porque visibiliza el hecho de que el reino y la corona va por encima de las personas. En lo que respecta a la magia reconozco que esperaba que apareciera algo más. Sin embargo, la autora tira de sutileza para crear tanto una habilidad denostada, el conectar profundamente con animales, como la posibilidad de influir en mentes ajenas, lo que se emplea en favor de intrigas políticas. También el enemigo que se muestra me parece muy interesante, siendo capaz de dejarte en vilo cada vez que se muestran sus siguientes pasos y cómo tratan de socavar al reino. Es una puerta abierta para los siguientes libros en los que espero que se profundice más. En conjunto, es un inicio de trilogía muy sólido, recomendado para amantes de fantasía medieval que prefieran las obras centradas en personajes y relaciones entre ellos y que no esperen grandes batallas o momentos épicos. Colibrí.
hace 2 semanas